¡Marchando una de cabreo!

Uno de los varios cientos de mensajes que circulan por Whatsapp y que pone de manifiesto lo que piensa el personal:

• ¿A qué espera España para reaccionar claramente contra el desafío de la independencia catalana?
• ¿A qué esperan 40.000.000 de españoles frente a 2.000.000 posibles de independentistas para manifestarse y lucir la bandera española, de todos? 
• ¿A qué espera España para detener tamaña irresponsabilidad que atenta contra la unidad, La Paz y la concordia? 
• ¿A qué esperamos para declarar personas non gratas en todo el territorio español a los independentistas? 
• ¿A qué espera España para acusar de sedición, traición, prevaricación, malversación de caudales públicos, incumplimiento de las obligaciones y juramento del cargo, desobediencia y un largo etcétera a los responsables políticos de la Generalitat?
• ¿A qué espera España para destituirlos del cargo que ocupan gracias a la democracia y a haber jurado defender la constitución y las leyes?
• ¿A qué esperamos, a qué se agrave la enfermedad, a qué empeore la situación, al bombazo final?
• ¿A qué esperamos para definir con contundencia ante nosotros mismos y ante el resto del mundo el concepto de una España fuerte, democrática, madura y unida? 
• ¿A qué esperas para decir con las leyes en la mano ¡Basta ya de provocaciones, chulerías y desafíos al orden constitucional? 
• ¿A qué espera la sociedad para convocar un 11A, o cuando sea, para decir España es una y España somos todos, Cataluña somos todos?
• ¿A qué esperan los catalanes no independentistas a defenderse y defender su postura? 
• ¿A qué espera el gobierno para emitir un mensaje específico, contundente y de liderazgo? 
• ¿A qué espera el rey como jefe del estado y los ejércitos a emitir un mensaje institucional en el momento más delicado de su reinado? 
• ¿A qué espera el PSOE para dejar de hablar de plurinacionalidad y jugar a la ambigüedad? 
• ¿A qué esperan los partidos constitucionalistas para convocar día de muestra de apoyo a la unidad de España, etc?

!Basta ya, cojones!