domingo, 14 de octubre de 2018

Es lo que hay (por desgracia)


1 comentario:

Javier dijo...

Cierto: la cabra baila al compás de la música que le marca su amo, nosotros bailamos y seguiremos bailando, si alguien no lo remedia antes, al compás que nos marca y siga marcando el okupa titiritero.