martes, 10 de julio de 2018

A los avispos también les llega la hora

Muere José María Setién

Alegrarme, alegrarme, no es que me alegre, pero casi. No pienso rezar ni un Padre Nuestro por su miserable alma naZionalista.

Estoy convencido que Dios me perdonará.

Como él mismo dijo, ¿Dónde está escrito que hay que querer a todos los hijos por igual?

2 comentarios:

Guillermo dijo...

Maldito engendro por los siglos de los siglos.
Tu no te alegraras pero, yo si, siempre que desaparece un hijo de la gran puta, es para alegrarse.

Draco dijo...

Bueno, eso de "no alegrarme" es parecido a eso de ser "como tonto", pero quirando el como.

Ya me entiendes.