sábado, 23 de septiembre de 2017

Si quieren leña, hay que darles leña

Barruntando, como barruntamos todos, que estos tres delincuentes al final tendrán que ser detenidos, soy de la opinión que cuanto antes, mejor.

Se debió hacer, como he dicho en repetidas ocasiones, hace ya tiempo y nos habríamos ahorrado muchos disgustos. Pasados y por pasar.

Como por ejemplo que una pandilla de facinerosos hayan montado en ejército particular que se niega a aceptar ordenes que no procedan de sus capos. Que tendrán que ser detenidos también por no cumplir las ordenes de la Fiscalía

Pase lo que pase, que sirva de lección. Y para la próxima nada de policías particulares, nada de lenguas vernáculas, y nada de gobiernines.

España, Una, Grande, y Libre*. Y si a la mafia comunista, y a los separatistas, no les gusta, que se jod*n  photo icon_dedo.gif

* ¡Ah¡, y muy importante: Libre de rojos 

4 comentarios:

Javier dijo...

Supongo que como medida cautelar nada impide llevar a estos mozos y mozas tanto de la casta política como policial catalana a Comisaría para que se expliquen al menos durante las 72 horas que prevé la ley (habeas corpus) antes de su presentación ante el juez, es sólo un suponer, claro.
¡Cuándo se darán cuenta los independentistas de que lo único que pretenden las cabezas pensantes catalanas es evitar ser juzgados por sus desmanes tanto políticos como económicos ante los tribunales del Estado de Derecho?

Draco dijo...

Suponer que los independentistas piensan es mucho suponer. Si pensasen ya se habrían dado cuenta que no van a ningún sitio y nadie (por varios motivos) les va a apoyar.

La primera medida debería ser detener a los promotores y lo segundo quitarles voz.

No es normal que en prensa y TV no se vea más que intervenciones de los delincuentes insultando y nadie les ponga firmes.

Guillermo dijo...

Lo primero que hizo Francisco Laina cuando el 23-F, fue cortar todos los canales de comunicacion de los golpistas. A ver si se entera de una vez este mamnon de presidente

Draco dijo...

Es que es de cajón.

Pero Mariano es Mariano y cualquiera le despierta para decírselo.