sábado, 15 de octubre de 2016

Que les perdone su madre, yo NO.

Abundando en lo dicho de que en este país hemos perdido el decoro, la decencia, la vergüenza (amén de otras muchas cosas más que no cito por no alargarme), me entero que ya está libre, después de solo 24 años, un hijoputa que había sido condenado a 203.

Dice que está arrepentido (falso, y de todos modos una rebajas de 179 años da p'a muchos arrepentimientos), pero que esté en libertad* sin duda enfadará a los que piensan que los que matan merecen morir. 

O al menos, que si mueren, por lo menos no matan, lo que no deja de ser positivo.

En fin, una pena de país. 


 * Que le hayan homenajeado con unos saltitos (saltitos que me hacen pensar en un mariquita con lombrices) no quiere decir nada. Salvo que el pueblo vasco en un pueblo miserable. 

Como es, por otra parte, fácil de comprobar.

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