La buena de la señora Merkel debería ser mas cuidadosa a la hora de escoger que tipo de personas serán será bienvenidas en su país, permitiendo la entrada a los que nunca han matado a nadie al grito de Jesús es grande y rechazando a los que lo hacen presumiendo de religión de pazzz y de que Alá es grande.
Los tenga fichados la policía, o no, y por aquello de a grandes males, grandes remedios.
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Además, y a poco que te fijes y te dejes de chorradas sobre xenofobia y racismo -cuya invocación está muy bien cuando no hay motivos de queja-, la disposición para el trabajo de unos y otros es diametralmente opuesta.
  Vamos, que yo diría que inexistente en uno de los dos casos. |
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