sábado, 30 de enero de 2016

Me perece cojonudo

que Françoise Hollande (presidente de Francia) despache con viento fresco a Hasán Rouhaní (presidente de Irán) y le aconseje que se vaya a comer al hotel en el que se aloja.

Lo que me parece asqueroso es que Jorge Mario Bergoglio (cura católico) se baje la sotana ante un cura musulmán y suprima el vino y oculte las estatuas de santos p'a que el muy cabrón no se moleste.


Habrá que explicarle al tal Bergoglio como tratan a sus feligreses los putos moros. Bebés incluidos:


 photo icon_cabreo.gif Tal como lo siento, lo escribo.

2 comentarios:

Javier dijo...

Es que el no taparlas no dejaría de ser una provocación como la de las jóvenes minifalderas de Colonia y otras ciudades, estarían expuestas a ser violadas y eso no: ¡cómo se va a permitir que violen estatuas!

Draco dijo...

¡Estos argentinos sin la pera! :)