martes, 30 de junio de 2015

Y digo yo,

¿para llegar a esto mereció la pena gastarse 22.000 millones de pesetas?

La próxima vez que se queme hay que dejarlo como esté para que se revuelquen en sus cenizas todos los guarros de Barcelona y alrededores.

Pobre Barcelona, ¡quien te ha visto y quien te ve!

2 comentarios:

Javier dijo...

Estos sacan pelas hasta de las cenizas, seguro que alguien se llevó una buena mordida de la reconstrucción del Palau.

Hubo un tiempo en que las femicatalanistas querían que se les permitiese hacer pis de pie como los hombres en determinados lugares; no sé si fue idea de esta chica pero no me extrañaría nada.

Draco dijo...

Pues no lo se pero recuerdo que el banco de Santander (que por aquel entonces era de Santander) donó creo recordar que 100 millones de los de aquellos años.