jueves, 16 de octubre de 2014

Ya lo decía esa que echaron de ERC por meter la mano


No cabe duda que era una jugada maestra que deja descolocado al Estado: ¡¡¡Se podrá votar durante 15 días!!! 

Vamos, que es como para descolocar al más "colocao".

Pero como ya he dicho en repetidas ocasiones, y ya hasta Feijoo  afirma, la culpa será de los catalanufos, pero la responsabilidad es del que es.


Y como Federico lo cuenta mejor que yo, y tiene más gracia, aquí te dejo uno de sus vídeos:



 Joer, ¡me encanta ente hombre!

¡Montoro, ladrón!,..... 

.....

7 comentarios:

Guillermo dijo...

No se si voy a tener tiempo y, ¿ porque no un año?

Javier dijo...

Cuando yo era pequeño, las lecheras llegaban a la ciudad con sus burritos portando cántaros de leche para vender por las casas, le añadían a la leche "pis" porque su densidad era igual y los fielatos por los que pasaban no lo detectaban con los densímetros que utilizaban para evitar fraudes, esto no tenía mayor importancia porque la leche se hervía en las casas antes de beberla. Pues bien, esto viene a cuento porque la "mala leche" de Mas y sus palmeros, ¡qué nos llega sin pasar por fielato alguno!, no sólo es imbebible aunque se hierva antes sino que sirve, al menos en mi caso, para que lo que hierva es mi sangre. ¡Ya está bien de tanta condescendencia, c*ño!

Draco dijo...

¡Hombre, porque es un año le pueden d ar una inyección de espabilina igual despierta! :)

Draco dijo...

¡Y que buena nata salia!

Con miel, o con azúcar solamente, era mi desayuno todos los días.

Pero aquí nunca oí lo del pis.

Javier dijo...

Es que en la montaña las lecheras te eran muy limpias y muy miradas, además, vuestras vacas daban más leche que las nuestras. De algo tenían que vivir las mi "probes". La mala leche de Mas no sólo viene meada sino que también va acompañada de las heces del molt honorable caganer.

Guillermo dijo...

Si, y enlas cuadras tambien se solia añadir orina, por la densidad.

Draco dijo...

Pues lo que dice Javier parece que lo corrobora Guillermo, de modo que yo debo estar equivocado.

Pero, de verdad, nunca lo había oído.