sábado, 1 de enero de 2011

Para empezar bien el año

Para empezar bien el año
una copa no hace daño,

y si en vez de una son dos,
¡démosle gracias a Dios!,

que mientras no falte el vino
se hace mejor el camino,

y… si además se acompaña
con un buen jamón de España,

es fácil que el dos mil once
traiga los huevos de bronce

pues que, según Juan Palomo,
los del diez, fueron de plomo.

Por tanto, señores míos,
dejando los desvaríos

del gobierno zETAparo,
-que ya nos salió muy caro-,

para el nuevo año que asoma
rezo por salir del coma.
Un abrazo y… aunque parezca que todo está mal, sabed que aún puede estar peor. De todas formas, brindo por ustedes. ¡Hip!, con espumoso extremeño, claro. ¡Faltaría más!

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