sábado, 8 de enero de 2011

Ojo a la morritos,

que si su antecesora era tonta, esta, además de tonta, es una malvada que hace las cosas por cojon*s.
Pajín presenta una ley para construir una sociedad que no humille a nadie
Que es por decirlo de forma que se entienda una Inquisición donde se elimina la presunción de inocencia
Y ojo a Sus Señorias, que la deberán aprobar y que son tan peligrosos o más que la Pajín (ya que el que no está vendido es porque está comprado), y luego, después de mucha enmienda y mucho rollo la aprobarán como aprobaron Ley Integral contra la Violencia de Género.
Y ojo al tribunal Constitucional, donde el que no está comprado es porque está vendido, y que declarará constitucional lo que haga falta (si es que alguien presenta algún recurso, cosa dudosa), como aprobó la discriminación por razón de sexo en la Ley anteriormente citada.

Y ojo a zETApé cuando presuma de haber traído a este país las Libertades (como si eso fuera un invento suyo), porque eso quiere decir que tiene in mente algún proyecto para recortarlas.


Y habrá que estar atentos a cual será la próxima Ley (la de Libertad Religiosa está parada de momento por miedo a las Elecciones) que vaya cerrando el circulo para que España se convierta en un Estado Chequista.


Conversación "fiticia" como diría Pepiño, perdón: quise decir D. José, no vaya a cabrearse, entre las personas que componen el desgobierno, en reunión plenaria, el día que decidieron dejar en suspenso el art. 24 de nuestra constitución que entendía de los derechos inherentes al reo.

A quien tu Dios se la dé
San Pedro se la bendiga.

Eso dice La Pajín
al aplicar la ordalía,
con rectitud espartana,
a aquella feligresía
que no comparte el talante
de la p*ta progresía.

Señor juez, aquí este hombre
se declara no culpable
pero sin que prueba alguna
recomiende aconsejable
dejar que siga gozando
de la libertad graciable
que el gobierno zETAparo
le da al español fiable.

Inoceente, inoceente.
Inocente es el paisano
que se dejó manejar
por el vallisoletano
-qué no hace más que mear-
desde el campo vascongado
al campo de Gibraltar.

Si demuestra el acusado
que no es culpable de nada
verá que pronto le dicen
que ha sido una inocentada
pues que en España las leyes,
-y es cosa más que cantada-,
se aplican como se aplican
sin causa justificada,
-al margen de la justicia-,
cómo cualquier cacicada.

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